El síndrome de los ascensos laborales

Una vez se da inicio a la vida laboral, conscientemente proyectamos un camino de éxito alrededor de esta y nos autodenominamos competentes por el hecho de haber obtenido el cargo en el cual nos vamos a desempeñar. ¿Han dudado alguna vez de su competencia para desarrollar alguna actividad a nivel laboral? Se ha demostrado que la mayoría de veces un empleado no es del todo competente para ejercer algunas funciones asignadas, y por lo tanto se hace necesario fortalecer ciertas habilidades, orientadas por la misma organización o por el deseo del individuo al pretender alcanzar un nivel de competencia elevado.

En su libro el Principio de Peter, los autores señalan que “Una vez el empleado es promovido a una posición superior a la que se encontraba, este pasa de ser competente a incompetente”. Lo anterior se debe a que este experimentará un descenso en su profesionalidad, en el conocimiento que en ese momento posee. Es importante resaltar que esta situación esta totalmente aislada del crecimiento profesional del empleado, ya que el principio hace referencia a la asignación errónea de un colaborador en una estructura jerárquica.

Las organizaciones a menudo suelen promover a un colaborador por su rendimiento individual, resultados en la realización de sus tareas e incluso por el factor antigüedad. Sin embargo, estos no deben ser criterios de aprobación para identificar la competencia para el ascenso de un individuo. Como resultado de esta inadecuada justificación de promoción laboral se puede llegar a causar impactos negativos organizacionales.

La esencia del Principio de Peter demuestra que las rígidas estructuras jerárquicas de las organizaciones tienden a nombrar a sus buenos trabajadores para ocupar altos cargos, donde muchas veces no son del todo productivos, enfrentándolos a asumir nuevas y estrictas responsabilidades y haciéndolos finalmente víctimas de la incompetencia para ejercer. Los autores también dan a conocer como causa de incompetencia laboral situaciones en las que los ascensos incompetentes se dan debido a círculos viciosos, en los que empleados de niveles jerárquicos altos impulsan las promociones y la colocación inicial (se asigna por primera vez a un colaborador en un nivel jerárquico que no corresponde).

Aunque las soluciones a este tipo de situaciones no son de fácil elección, entre ellas se encuentran:

1. Ofrecer una remuneración por el buen desempeño de un empleado y no necesariamente una promoción directa,

2. Identificar las habilidades y competencias del empleado con el fin de asignarlo en el cargo adecuado en el que alcance un grado de productividad alto,

3. Y finalmente, romper con la jerarquía vertical.

Referencia

Peter, L.J. y Hull R., (1969), El Principio de Peter, California, EEUU, Debolsillo.